En un zoológico de Dinamarca un pequeño oso polar encontró en un balde a su nuevo mejor amigo. Tanto así, que pasa horas con su cabeza metida en él. Frente a esto, trabajadores del parque no pudieran evitar las comparaciones con el popular oso animado Winnie the Pooh, ya que Pooh también pasaba con su cabeza metida en una balde, sólo que el suyo estaba lleno de miel.
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